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Francisco de Goya y Lucientes

Francisco de Goya y Lucientes nació en Fuendetodos, Zaragoza, el 30 de marzo de 1746. Murió el 16 de abril de 1828, en Burdeos.

Su padre fue José Benito de Goya, era un artesano de cierto prestigio, y su madre fue Graciela Lucientes Salvador.

Su obra inició la pintura contemporánea.

Los primeros años 1746-1757

Estudia en las Escuelas Pías, de Zaragoza y hace clases particulares de dibujo.

1756 – Explota la Guerra de los Siete Años entre Prusia y Austria, el conflicto involucra las demás potencias europeas.

Su aprendizaje como pintor se dio lentamente.

Empezó su adiestramiento en el taller del pintor local José Luzán, donde también aprendió su cuñado Bayeu.

Aprendizaje en Zaragoza 1758-1770

A los 12 años, estudia con el famoso pintor José Lusán. En su taller, conoce a los hermanos Bayeu. El mayor, Francisco se hace su tutor.

Viaja por su cuenta a Italia, donde permanece casi un año. De vuelta a Zaragoza, abre su propio taller.

Pinta diversos temas religiosos.

Se casa con María Josefa Bayeu, hermana de sus amigos María Josefa Bayeu.

Consagración en la corte 1771-1774

Se instala en Madrid. Hace pinturas para la fábrica de tapicería de Santa Bárbara y para las basílicas de Pilar, de Zaragoza y de San Francisco, EL Grande en Madrid

Ingresa en la Academia de San Fernando y su fama de retratista lo lleva al puesto de pintor de la corte de Carlos III

 

 

El Parasol, 1777. Prado

La pradera de San Isidro


Se trata de un boceto pintado para una serie de cartones para tapices destinados a la decoración del dormitorio de las infantas del Palacio de El Pardo.

 

La Sordez 1789-1807

Sufre una grave enfermedad que lo deja sordo y que afecta su pintura.

Se enamora de la Duquesa de Alba.

Pinta los Caprichos, los frescos de San Antonio de Florida, La Familia de Carlos IV, La Maja Desnuda y la Maja Vestida

1789 – Explota la Revolución Francesa.

En 1793, Luis XVI es guillotinado.

En 1804, Napoleón se torna el Imperador de los franceses La Familia de Carlos IV, Prado

Las Majas

La Maja Desnuda. Tiene supuesta fecha en 1795. Es un retrato de cuerpo entero de una joven mujer recostada plácidamente en un diván de terciopelo verde con almohadas y colcha que mira directa y fijamente al observador. Óleo sobre lienzo, 95 x 190 cm

La Maja Vestida es otra obra que lleva una ropa muy sutil. Alguien llega a decir que es más desnuda que la desnuda.Óleo sobre lienzo, 98 x 191 cm

Guerra y Restauración 1808-1818 1812

En la Ocupación francesa, se proclamó en Cádiz la primera Constitución española.

En 1808, Napoleón invade España. La guerra contra los franceses divide los sentimientos de Goya. Los Bourbon son restaurados en el trono.

Goya pinta Dos de Mayo en Madrid, Tres de Mayo en Madrid y los grabados de Los Desastres de la Guerra.

Con Napoleón derrotado, Fernando VII se torna rey de España.

El 2 de mayo, Madrid, Prado

La intención de Goya al elaborarlo era plasmar la lucha del pueblo español contra la dominación francesa en el marco del Levantamiento del dos de mayo, al inicio de la Guerra de la Independencia Española

El tres de mayo de 1814, Madrid, Prado

La Quinta del Sordo 1819-1823

Goya se refugió en la Quinta del Sordo, en los suburbios de Madrid.Se sentía aislado y perseguido por los absolutistas.

Convive con Leocadia Zorrilla, una joven liberal

En Chacabuco, (1817), Chile y Boyacá, Colombia (1819), los libertadores de América obtienen sus primeras victorias

Saturno devorando a sus hijos, Prado

Las Pinturas negras (1819-1823)

Es el nombre que recibe una serie de catorce obras murales de Francisco de Goya, pintadas con la técnica de óleo al seco (sobre paredes recubiertas de yeso).

Las creó como decoración de los muros de su casa, llamada la Quinta del Sordo, que había adquirido en febrero de 1819. Estos murales fueron trasladados a lienzo a partir de 1874, y actualmente se conservan en el Museo del Prado de Madrid.

El Aquelarre 1797

Duelo a garrotazos

LOS CAPRICHOS

Éste dirá más tarde que han sido retirados de venta al cabo de dos días y que, a causa de la inquisición, sólo se han vendido 27 ejemplares, de los cuales cuatro han sido comprados por los duques de Osuna. Es evidente que tal provocación, juzgada demasiado libertina, no podía caer en cualquier mano, aun cuando la mayor parte de las composiciones eran incomprensibles para los no iniciados. Sátira despiadada de las costumbres, pero también alusión a los escándalos de la Corte, algunas planchas, concebidas como jeroglíficos, deben descifrarse en función del contexto histórico. 

Es algo propio de las grandes obras alcanzar un lenguaje universal al denunciar taras de la vida cotidiana de una sociedad; el talento de Goya como grabador es tan raro, tan original, tan vigorosa su imaginación y tan hábil su técnica que llega a dar una dimensión gigantesca a las críticas sociales formuladas por sus amigos liberales acerca de la prostitución, la superstición, la Inquisición, la ambición furiosa, la banalidad y los abusos del poder. En él las ideas se transforman siempre en imágenes vivas. Goya, de Sangre y oro – Baticle, Jeanine. Aguilar Universal El Sueño de la razón produce monstruos, 1799 (Madrid, Biblioteca Nacional)

Caprichos n.º 17 Bien tirada está

Capricho n.º 8 ¡Que se la llevaron!

Los fantasmas de Goya

Es una película que cuenta un poco de la vida de Goya como pintor de cámara. Muestra la época cuando pintó los grabados llamados los Caprichos y que tuvo que dar explicaciones al tribunal de la Santa Inquisición.

La gallina ciega

La Merienda

Exilio y muerte 1824-1828

Goya se exilia en Burdeos, Francia.

Allí hace los grabados de Tauromaquia y de Los Toros en Burdeos, y pinta La

Lechera de Burdeos.

Muere a los 82 años.

                                                                          La Lechera de Burdeos, Louvre

El comedor de El Escorial

La real fábrica de tapices

No tenía ni 28 años cuando en 1774 Goya se trasladó a Madrid para trabajar como pintor de la Real Fábrica de Tapices y realizar así los bocetos de los tapices que recorrerían las estancias de El Escorial y el Palacio del Pardo. Se trata de 63 dibujos coloreados que como el director del Prado, Miguel Zugaza reconoció, “no son simplemente plantillas para tapices, sino obras maestras complejos por derecho propio”, que consiguieron consolidar al pintor en las cortes de Carlos III y IV.

Los colores Los enormes dibujos animados – ricos en detalle, de varias capas, y haciendo uso de la perspectiva para invitar al espectador en el centro de la composición – son prueba de que Goya era “mucho más que un grabador de las tradiciones y la vida cotidiana de las personas de Madrid “y que estas piezas son obras de arte. Ahora, estos cartones han sido recogidos por el museo del Prado y serán expuestos en una de sus salas, para mostrar una vez más la grandeza del pintor aragonés y la maestría de los restauradores, que tras limpiar y radiografiar los cartones nos demuestran que para ver bien tenemos que frotarnos los ojos.

En los tiempos de Coronavirus podemos hacer visitas virtuales a varios muesos del mundo, incluyendo el Museo del Prado.

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